miércoles, 28 de octubre de 2009

El Esplendor Refulgente



Me encantan las tiaras, me parecen exquisitas, delicadas, deliciosas obras de arte aunque en el mundo que vivimos actualmente, no les veo yo la utilidad por ningún lado (a no ser que te llames Leticia). Supongo que esta fijación mía por las tiaras es lo que pasa si creces viendo las pelis de princesas Disney o las pelis de carácter histórico de la Metro Goldwyn Mayer (y alguna vez que me he probado alguna tengo que decir que favorecen un montón, alargan y estilizan la figura y además, te hacen sentir como una princesa!).

Esta semana tenemos la oportunidad de ver algunas de las más espectaculares tiaras de la historia de España, ya que la Joyería Ansorena de Madrid, ha organizado una preciosa exposición que estará abierta hasta el 31 de octubre. La exposición se llama El Resplandor Refulgente: la Diadema (refulgente, me encanta esta palabra).




La exposición consta de quince tiaras, cada una con su historia particular (todas las tiaras tienen su historia), aunque la “joya” de la exposición es si duda, la tiara Flor de Lys, que el Rey Alfonso XIII encargó en 1906 para que la luciera la Reina Victoria Eugenia con motivo de su boda (esta pareja me fascina, ella guapísima y el tirando a feo, ella tan British y el Españolito total, tanto amor al principio y luego pluff).

Para saber más de la exposición, podéis pinchar aquí .
Feliz Jueves!

5 comentarios:

macarena dijo...

Pues como no vivo en la capital del reino y no tengo previsto ir en breve, me la voy a perder. Y seguro que me gustaría oirque a mi también me fascinan las piezas con una historia detrás, con "vida" y recuerdos...La foto de Victoria Eugenia es espectacular. Las perlas, la tiera, los pendientes y ELLA. Yo me puse una tiara el día que me casé, sencillita, pequeñita, modesta, de andar por casa vamos, pero también con un poquito de historia. Era "lo prestado". Un beso refulgente,

Macarena

tienda dolores dijo...

Insultante Doña Victoria Eugenia, que clason, todo acorde a ella, desmedida y con luz propia.

A mi me duele en el alma perderme la expo, porque me encantaria disfrutar de esos destellos de piedrecitas, que tanto hipnotizan...yo aún no me he puesto ninguna tiara, y creo que no me la pondré. Me gusta más observarlas en cabezas regias y refulgentes como la de Doña Victoria.

Besos princesa.

Rocio dijo...

La tiara...impresionante. El porte....regio. Los pendientes.....sin palabras. Pero....qué me decís de la caída de ese magnífico collar de perlas??? A cuantas se os quedan las perlas tan bien colocaditas?? Imagino que para la foto las arreglarían un poquito...
No puedo evitar acordarme de aquella escena del collar en "Thoroughly modern Millie". No veo a Victoria Eugenia en esa tesitura. Besos de viernes

nimenos dijo...

jajaja, la historia de Maca y las tiaras, jajaja.... sí, por favor que la cuente....

Lo siento, me ha salido la vena mala malísima... yo no, no soy de tiaras....

Besos

Eva Rosa Briceño Pacheco dijo...

Me encantan la tiaras, cuando cumplí 15 años quería ponerme una, y me puse una diadema, me sentí como una princesa de cuento...sueños y fantasías que necesitamos para que la vida sea completa. Gracias por tu bello blog