Cuando visito una casa que no conozco y los dueños amablemente me hacen “el tour” reconozco que me muero de la envidia cuando veo:
A. Una cocina gigante con isla.
B. Un baño gigante con bañera redonda de hidromasaje (en mi vida sólo he visto una, pero provocó en mi una reacción muy parecida a la del anuncio de Heineken. Aaaaahhhh!!!!!).
C. Un estudio. Pero no un estudio cualquiera, un estudio de artesanía, creatividad, o como quieras llamarlo. Ohhhh!
De manera que el post de hoy va dedicado a esa gente afortunada que un buen día, decidieron sacrificar uno de sus cuartos en pos del arte.
El Estudio de Anna Maria Horner, mi musa e inspiración. Hace poco ha hecho reforma en el estudio y ha prometido poner fotos nuevas pero como acaba de ser mamá (del sexto retoño), me temo que nos tocará esperar un poquito, aunque, con esta mujer nunca se sabe, yo creo que tiene súper-poderes que le permiten hacer más cosas en un día que al resto de los mortales.
Otra de su estudio, esta con niña incorporada.
Esta es del estudio de Amy Butler, no tiene la calidez familiar del estudio de Anna Maria pero me parece igualmente delicioso.
Y para terminar, esta foto pertenece al estudio de una intrépida Alemana mamá de tres llamada Moline. Visitar también el resto de su casa, es súper acogedora y refleja claramente el carácter creativo de su dueña (por cierto, su colección de muñecas del fondo de la foto me dan un poco de miedo...).
Nota: La foto del principio la he sacado de aquí.
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