Todos los días desayuno mirando un (espantoso) mural de Hello Kittys que mi hija, la princesa, ha elaborado para mi “con todo su cariño”. Como me consta que se esforzó mucho y le dedicó mucho tiempo, amén de la ilusión que le hizo dármelo, el mural se ha ganado un lugar de honor en la nevera de la cocina. Como ya lo he mencionado, la Kitty me horripila, y me ha horripilado desde la primera vez que la vi en un bolsito que llevaba una compi del cole allá por finales de los 70 (que vieja soy madre! Tengo recuerdos de los 70!).
No sabría muy bien decir porque no me gusta, creo que es porque carece de expresión facial o porque no he logrado entender como puede ser tan popular un dibujito (muy soso a mi entender ) que no cuenta una historia (Mafalda y Snoopy que eran las otras dos ilustraciones de moda de mi infancia tenían viñetas y muy divertidas por cierto). Por supuesto, esto es sólo mi opinión y con ella no me gustaría ofender a nadie porque se que la gatita tiene muuuuuchos seguidores.
Bueno, el caso es que Hello Kitty ha hecho muy, muy rica a varias personas, empezando por Ikuko Shimizu que fue el que hizo el primer diseño allá por 1974, pasando por Yuko Yamaguchi, que es la diseñadora del producto Hello Kitty de los últimos 20 años y por supuesto, a los dueños de la empresa Sanrio que son los que se han hecho de oro con la venta de licencias.
Para que os hagáis una idea, (y según la wikipedia) a línea Hello Kitty genera unos 250 millones de euros anuales por la venta de licencias, eso es un pastizal, pero claro, hay que tener en cuenta que además de la ropa que es lo primero que nos viene a la mente también hay chuches de Hello Kitty, galletitas, cromos, toallas, una línea de joyería, vino (cuatro variedades), una tarjeta de crédito con la imagen de la gatita, un avión (el Hello Kitty Jet), guitarras, una blackberry, etc, etc, etc… Mirar si es popular que la gatita también tiene dos parques temáticos en Japón.
España es el tercer país de Europa que más productos Hello Kitty “consume” y francamente, me parece poco. Me explico, mi hija tiene de Hello Kitty una mochila, cuadernos, lápices y otro material escolar variado, dos albunes de cromos y cientos y cientos de cromos. Un vestido (de este verano de HM, lo tenía ella y media España) dos pijamas, gomitas del pelo, coleteros, una pulserita (o son dos?), muñequitos Hello Kitty y todo eso sin olvidar que a mi NO me gusta la Kitty. Vamos, que no habrá en una casa dónde son fans de la gatita?
Besos y Feliz Miércoles.
Ilustraciones de la web de Sanrio