jueves, 15 de diciembre de 2011

Ski


El ski.  Esa maravillosa actividad que te permite reencontrarte con músculos que no tenías ni idea de que existían, notablemente en la zona de los glúteos…

El esposo, los niños y yo, hemos pasado unos días esquiando en familia.  Bueno, realmente ellos esquiaban y yo me levantaba mucho del suelo tras caerme.  Pero para caídas espectaculares, las de mi niño, madre mía!   En su loca lógica de niño Kamikaze de cuatro  años, para que molestarse en “hacer la casita” (frenar), cuándo puedes poner los esquís rectos e ir mucho más rápido!  Preocupante (y agotador, levanta a un niño del suelo 30 veces al día). 

Besos, 

Reyes Esquiadora.

Nota:  Hay una leyenda urbana de que esquiando puedes (y debes) comer muchos dulces y chocolate porque si no te puede dar “la pájara” y además como haces mucho ejercicio lo quemas todo.  Pues es mentira, yo he venido más gordita y además el chocolate me ha provocado un acné juvenil muy poco favorecedor… eso si, pájaras ni una ;-)

6 comentarios:

jane dijo...

You always crack me up! :)
P.S. i heard the same but about housework. ;)
Big kisses!

Maru dijo...

Que divertido! en casa los esquiadores son marido e hijo, yo no soy muy deportista y menos en la nieve!
beso

Tracy dijo...

Es un deporte que no lo he practicado nunca.

Marta G. (A Bilingual Baby) dijo...

Lo reconozco, soy el bicho raro y playero que nunca esquía. Eso de ir a una montaña resbaladiza y con pendientes increíbles no me atrae nada, en cambio, mi familia, ¡superforofa! ¡Feliz año!

elcuadernodeideas dijo...

Me gusta tu sentido del humor y cómo en un breve párrafo transmites lo mismo que puedo entresacar a algunos amigos esquiadores (sin tanta gracia, claro) Besos.

Montse Llamas dijo...

Pues yo también tengo que decir que soy de las anti-esquí. Los pies bien en el suelo siempre (bueno, el agua es otra cosa...)